Tomás Albornoz: el 10 tucumano que se ganó la titularidad en los Pumas por un recordado error

Jueves 14 de Agosto de 2025, 07:34

Tras descansar en la ventana de julio, el tucumano se perfila como para ser el apertura estable de la selección; este sábado jugarán contra los All Blacks



En tono bajo, pero con conceptos claros. No levanta la voz. Se desenvuelve con la misma serenidad en la cancha como fuera de ella. “Hago yoga. Me ayuda un montón a bajar esas pulsaciones de estar a mil y, con respiraciones, volver al presente. En Benetton hacía dos veces a la semana, a la noche”, cuenta el rugbier tucumano Tomás Albornoz.

“En los Pumas tenemos una vez por semana meditación, que es opcional. Cada uno tiene su rutina, pero intentamos hacer una todos juntos. Después, laburo la parte mental con mi psicólogo deportivo, que también es muy importante”, agrega quien se ganó la camiseta 10 de los Pumas, que este sábado comenzarán a jugar el Rugby Championship.

Frente a los All Blacks, a partir de las 18.10 y en el Estadio Mario Alberto Kempes, de Córdoba, la selección argentina iniciará su camino en el último Championship que tendrá el formato actual. Albornoz es uno de los 11 jugadores que descansaron durante la ventana de julio para afrontar en plenitud física el torneo contra las otras tres potencias del hemisferio Sur. Por una lesión que sobrellevó en el último tramo de la temporada, llega a la primera fecha con escaso rodaje en los últimos cuatros meses: apenas un puñado de minutos en el United Rugby Championship contra Munster y el partido completo de los Pumas con British and Irish Lions.

“Es difícil llegar a un partido importante con pocos minutos, pero lo traté con Felipe [Contepomi, el entrenador] en su momento, y fue una decisión pensando en el mediano y el largo plazos. En la temporada pasada no paré nunca; más allá de los minutos jugados, las cargas de entrenamiento fueron muchas. Por eso decidieron que tuviera tres semanas de vacaciones. De todas formas, hace un mes volví para una pretemporada en Tucumán, junto a Gonchy García y Mateo Carreras, con un plan que nos pasaron desde la UAR. Nos entrenamos en el anexo de Tucumán Lawn Tennis, los tres juntos”, manifiesta.

La primera convocatoria a Albornoz para los Pumas tuvo lugar en el 2020, pero recién el 7 de septiembre de 2024 el tucumano llevó el número 10 frente a una potencia.

–Cuántas cosas cambiaron de un año a otro, ¿no?

–El cambio fue grande, sobre todo en el Rugby Championship pasado, en el que me tocó jugar como titular por primera vez, y desde entonces sumé un montón de minutos. Mi preparación y mi cabeza siempre fueron para jugar. Los primeros años en los Pumas fueron difíciles porque uno se prepara con mucha dedicación; puede decirlo cualquiera que esté en el sistema. La semana de entrenamiento de los Pumas es de una exigencia altísima y uno quiere jugar siempre. Cuando no le toca, es difícil, pero mi idea fue siempre mejorar entrenamiento a entrenamiento y prepararme para, el día en que me tocara, estar a la altura.

–¿Cómo atravesaste todos los años en los que te tocó jugar poco?

–Uno siempre tiene enojo y quiere estar entre los 23, pero Felipe [Contepomi] desde el día 1 me acompañó y me habló de que era un proceso. Que ir al banco y no entrar son parte de eso, aunque no lo vea. Todo eso fue formándome para, el día en que me tocara, hacerlo de la mejor manera.

–¿La oportunidad llegó en el momento justo o debió ser antes?

–Voy a ser sincero: yo me sentía preparado antes para jugar, y cada vez que sumaba minutos, me sentía bien. Me tocaba jugar 10 o 15 minutos y sentía que tenía confianza como para jugar más... Con el diario del lunes puedo decir que fue el momento justo, pero me sentía preparado antes. El deseo y las ganas de ir al Mundial de Francia eran enormes y fue duro no estar. Me sentía preparado, pero en definitiva, es la elección del entrenador.

–¿Qué aspectos de tu juego te planteaste mejorar este año?

–Este año voy a tener un desafío más grande. Los rivales ya me conocen más, saben que soy zurdo y van a ir a buscar más ese pie. Me puse en la cabeza tomar mejores decisiones todo el tiempo. Me pasó tener acciones negativas, y en un apertura es fundamental ajustar eso.

–Hace unas semanas Ronan O’Gara dijo que un apertura alcanza su plenitud pasados los 30 años. Estás próximo a cumplir 28. ¿Sentís que un buen 10 se hace con el tiempo?

–Es así 100%. Yo a mis 20 años no estaba preparado para llegar a este nivel. Hay que madurar. Obviamente, hay jugadores de calidad que pueden ser mejores que otros a esa edad, pero hay un aprendizaje grande, sobre todo en el rugby internacional, que se juega a otra velocidad y exige otra toma de decisiones. Lleva un tiempo llegar a ese nivel de tomar buenas decisiones. A los 28, 29 o 30 años puede salir la mejor versión de un apertura.

–¿Cuál es el primer recuerdo que aparece en mente con Gonzalo García, tu compañero en la pareja de medios?

–Con Gonchy tengo muchos recuerdos. Empezamos de chicos en la academia de Tucumán. Nos tocó jugar juntos el Mundial en los Pumitas; Gonchy todavía era muy chico, estaba dos años adelantado. Siempre tuvimos muy buena relación y nos entendemos un montón. Cada vez que hablamos de rugby miramos las mismas cosas. Los dos somos muy fanáticos del deporte, vemos todos los partidos que podemos y analizamos un montón de cosas. Eso nos mantiene muy conectados.

El error que lo volvió titular de los Pumas

Argentina les ganaba por dos puntos a los Wallabies. El frío y la lluvia se apoderaron del Estadio Uno Jorge Luis Hirschi, la casa de Estudiantes de La Plata. Con pocos minutos por jugar, Albornoz arriesgó un sombrerito, y le salió mal: los Pumas perdieron la posesión y Australia terminó remontando en la última pelota del partido con un penal de Ben Donaldson. “Me acuerdo mucho de ese partido y de esa jugada. Cuando concedimos el penal y perdimos en la última jugada, salí de la cancha sintiéndome 100% culpable”, admite Albornoz. Pero revela que ese momento fue clave para ganarse la confianza de Felipe Contepomi.

“Ese mismo día en el vestuario Felipe se acercó porque me vio triste. Me dijo que me quedara tranquilo, que él entendía mi decisión y que a él le había gustado, que era una muestra de valentía. Me dijo: «Por tu muestra de valentía y la confianza que mostraste en esa jugada», y me dio el derecho a jugar como titular. En ese sentido, tuve una gran charla con Felipe y Kenny Lynn [neozelandés asistente del DT]. Me explicaron que terminó mal pero que iba a ser un aprendizaje enorme y que lo hiciera valer. Fue un error enorme, pero al fin de semana siguiente fui titular y eso me sirvió para crecer”, detalla el tucumano.

–¿Cómo te sentiste en esa semana previa a jugar tu primer test con la camiseta 10?

–Nos pasa a varios jugadores: cuando tenemos la oportunidad, la presión siempre existe y se la siente. Pero hice un gran trabajo previo para manejar esa presión y tomarla lo más natural posible. Estaba un poco ansioso. Era normal por ser mi primer test como titular, pero todo el equipo me dio un apoyo enorme en la semana. Sabían que venía exigiéndome y entrenándome muy bien y sentí mucho ese apoyo.

–¿Qué sensación te genera llevar el 10 de los Pumas?

–Es una responsabilidad enorme por lo que implican el puesto de apertura y esta camiseta. Es una de las camisetas más importantes del equipo y me encanta, sabiendo de la calidad de los jugadores que se pusieron la 10. La responsabilidad es aun más grande. Pero la disfruto mucho, sobre todo por el proceso que hice.

–¿Que aprendiste al compartir el plantel con Nicolás Sánchez?

–Tuve muy buenas charlas con Nico. Empecé en el 2020, la primera vez que me convocaron. Por más que no haya jugado, en esa gira viví algo enorme. Una gira inolvidable por el primer triunfo sobre los All Blacks, después pasó lo del Diego [la camiseta con el apellido de Maradona ofrecida por los neozelandes antes del partido, tras la muerte del ex futbolista]... Fue una montaña rusa. Desde entonces tuve charlas muy interesantes con Nico, entendí como vivía la 10 de los Pumas y eso me ayudó un montón. Con el paso de los años, cuando no me tocaba jugar, él estaba muy presente, siempre con un mensaje de apoyo y motivándome. Para mí es un emblema, el mejor jugador que conocí en el plantel. Pero sobre todo, una gran persona.

–¿Soñas con tener un rendimiento como el que tuvo él contra los All Blacks en el 2020?

–Obviamente, sin dudas. Vi en la tribuna ese partido; no podíamos creerlo. Fue enorme. Más allá de ese día, Nico ya era un gran referente para mí. Vivirlo tan de cerca, en el plantel, fue tremendo. Aprender cómo hacía sus patadas, cada detalle, ayudó un montón. Hablamos mucho de la confianza y los momentos. Me acuerdo de que contaba que se hablaba a él mismo antes de cada patada porque buscaba un enemigo externo. Ver cómo laburaba la cabeza ayuda a entender un montón de cosas.

–¿Cómo trabajás tus patadas?

–La parte mental es fundamental en cada patada. Tener confianza. El ejemplo de Nico me ayudó un montón. Intento aislarme de donde estoy y saber que hay sólo tres cosas: yo, la pelota y los palos. Nada más. Laburo mucho en enfocarme en esas tres cosas. Después, pienso sólo en mi técnica. Sé lo que tengo que hacer; todas las patadas son una más. En los últimos años tuve como entrenador de patadas a Alan Kinsley; lo llevaron a los Pumas y seguí con él. A veces iba a Italia. Él se enfocó más en la parte técnica, pero obviamente también abordó la mental y cómo influía cada detalle. Analizamos mucho con videos mi patada y movimientos que hacía. También me dio una rutina de patadas, que es muy importante.

Un partido de 10 para 10

Dieciocho puntos, un try y participación en las otras dos conquistas de los Pumas. Defensa firme y un timing perfecto para administrar el juego según los momentos del partido. Albornoz tuvo una actuación deslumbrante durante los 80 minutos en la memorable victoria de los Pumas frente a British and Irish Lions del último 20 de junio en Dublín, Irlanda. “Hablamos mucho de esa semana. La disfrutamos muchísimo. Veníamos hablando de ese partido desde hacía mucho tiempo y desde el día en que llegamos y nos juntamos había una energía especial. Se sentía esas ganas que teníamos todos de ser parte”, señaló quien fue reconocido como el mejor jugador del partido. “Había varios jugadores que no podían estar, pero desde el día 1 sacamos eso y nos dijimos «este es el equipo que somos». No dudamos un segundo y fuimos a ganar”, expresa.

–¿Cómo se sintieron durante los 80 minutos? ¿Qué plantearon con varias caras nuevas en la formación?

–Hablamos de salir fuerte, de que los arranques nos habían costado en el 2024; en los primeros 20 minutos los rivales nos marcaban muchos puntos. Pusimos el foco en empezar mejor que ellos y así fue. Nos plantamos desde la salida y se sintió en el ambiente. Obviamente, por la calidad de jugadores que tienen, íbamos a tener que defender fuerte e iban a complicarnos. Pero hablamos siempre de volver rápidamente de las dificultades y mantenernos en el partido.

–¿La camiseta 10 se fue a Tucumán?

–No, ¡la cambié con Finn Smith! Obviamente, me habría gustado quedármela, pero es lindo tener la de British and Irish Lions, un seleccionado que tiene tanta historia. No sabemos cuándo jugaremos de nuevo contra ellos. Es un lindo recuerdo. Mi mamá y mi papá siempre guardan todas las fotos. Son lindos recuerdos que quedan para siempre.

–¿Se puede ganar el Rugby Championship?

–Estamos muy bien preparados. Tenemos mucha confianza en el equipo y lo más importante es la preparación que tenemos. Hay un desgaste grande en el Rugby Championship, es muy competitivo. Este año varios jugadores llegamos con un poco menos de carga y esperemos que eso dé sus frutos para competir en todos los partidos y llevarnos el torneo. Tenemos enfrente a grandes equipos; no va a ser nada fácil. Pero nos preparamos para ganar todos los partidos.

–Tu nombre suena fuerte en Toulon, uno de los principales protagonistas del francés Top 14. ¿Cuántas chances hay de que te incorpores después del Championship?

–Estoy en charlas, pero todavía no se cerró. Para la otra temporada sí, pero para esta estamos terminando de definir. Hay posibilidades. Están cerrando algunas cuestiones para ver si puedo arrancar después del Rugby Championship. Estuve en contacto con gran parte del staff del club. Eso es lo que más me importaba: cómo se preparaban, como se entrenaban y las instalaciones. Fue con base en eso la decisión. Es un club muy ambicioso y va a ser un gran crecimiento para mí.  /La Nación