Distinguieron a la madre tucumana que acompañó a su hijo no vidente durante su carrera universitaria
Domingo 05 de Octubre de 2025, 07:36
DISTINGUIDA. Beatriz Nieva fue protagonista de una historia que trascendió los límites de Tucumán, como ejemplo de amor y compromiso, inspirando a muchos jóvenes a superar sus limitaciones.
Una historia de esfuerzo y amor incondicional conmovió a la comunidad de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Tucumán. Beatriz Nieva, madre de Andrés, un joven oriundo de Monteros que está a dos materias de recibirse de Técnico Universitario en Programación, fue distinguida públicamente por su incansable acompañamiento como símbolo de inclusión y compromiso.
El reconocimiento, entregado por el decano Rubén Egea, destacó el papel fundamental de Beatriz, quien desde la primaria aprendió braille para ayudar a su hijo ciego a estudiar. Durante años tomó apuntes, transcribió textos y estuvo a su lado en cada etapa de su formación. “Nos pareció importante destacar el esfuerzo y el amor de una madre. Ese fue el motor de esta historia”, expresó la autoridad universitaria durante el acto.
Beatriz, docente y madre de cuatro hijos, nunca dudó en acompañar a Andrés en su desafío universitario. Juntos compartieron clases, grabaciones, debates y hasta anécdotas técnicas que, en ocasiones, ella comprendía antes que él.
“Incluso descubrí que existían dos ‘Canva’: una plataforma y una herramienta”, recordó entre risas. Para Andrés, la motivación nació en pandemia, cuando soñó con crear videojuegos accesibles para personas no videntes, tras “mirar” en YouTube juegos que nunca podría jugar por ser exclusivamente visuales.
El camino de madre e hijo estuvo acompañado por el compromiso de docentes y compañeros de la UTN, especialmente de Alejandra Bustamante, a quien Beatriz define como su “bedel”. La distinción, sin embargo, la tomó por sorpresa. “Pensé que el reconocimiento era para Andrés. Cuando escuché mi nombre, la emoción fue colectiva”, confesó.
La historia trascendió Tucumán: medios nacionales la replicaron y motivaron a otros jóvenes con discapacidad visual, como un estudiante ciego de Salta que también cursa programación. Andrés combina su pasión por la tecnología con la locución y la grabación de sonidos, mientras su madre ya planea continuar estudios en diseño gráfico y herramientas digitales.
El decano Egea aprovechó la ocasión para anunciar que el próximo año la UTN lanzará en Tucumán una carrera de Diseño, Programación y Videojuegos, lo que abre la posibilidad de que Andrés continúe su formación en la misma institución.
“Los hijos nos superan en muchas cosas, pero las madres tenemos que estar ahí, al lado, para que ese futuro suceda”, reflexionó Beatriz, emocionada al recibir un homenaje que, más que personal, simboliza la fuerza de tantas familias que sostienen los sueños de sus hijos en silencio.