Así está hoy Bo Derek, la inolvidable “mujer 10”, que está a punto de cumplir 69 años
Lunes 03 de Noviembre de 2025, 13:32
Un gran ícono de los 80.Bo Derek nació como Mary Cathleen Collins el 20 de noviembre de 1956 en Long Beach. Desde muy joven incursionó en el modelaje y la actuación, hasta que se transformó en un ícono de los años 80. El gran momento de Bo llegó con “10”, dirigida por Blake Edwards, que la catapultó como símbolo sexual y le mereció una nominación a los Globos de Oro como “Nueva estrella del año – actriz”. A partir de ahí protagonizó otros films como Tarzan, the Ape Man (1981) y Bolero (1984), aunque sin alcanzar el mismo impacto comercial o crítico que su obra estrella.
En su vida personal, Bo protagonizó un romance que fue un gran escándalo.A los 16 años, conoció al director John Derek, treinta años mayor, de quien se enamoró perdidamente. Decidieron vivir juntos pero si se quedaban en Estados Unidos el director sería deteneidos así que se mudaron a Alemania, rodaron su primera película juntos y cuando Bo cumplió los 18, volvieron a Estrados Unidos donde se casaron. Vivió con el director hasta su muerte en 1998.
En una película con Anthony Hopkins (instagram)
Su romance con Derek ocupaba las portadas
Llevaba cinco años viuda cuando un representante le organizó una cita con el actor John Corbett, que se hizo conocido como uno de los novios del personaje de Carrie en Sex and the city. Bo era cuatro años más grande que él y 40 centímetros más baja, pero Cupido hizo su trabajo y ya llevan dos décadas juntos. Viven en un rancho de California que comparten con la hermana de Bo, su cuñado y sus dos sobrinos.
Bo Derek y John Corbett (@usatodaylife)
Hoy, a punto de cumplir 69 años, Bo Derek pertenece al selecto grupo de los que “envejecen bien” sin necesidad de cirugías o dolorosos tratamientos. Asegura que lo mejor de la fama es que se puede levantar el teléfono “y que la persona que admirás te atienda”, algo que ni los reyes a veces consiguen.
Así está en la actualidad.
No extraña los tiempos donde no podía ir a un aeropuerto sin que la gente se arremolinara a su alrededor, pero sabe que, si se mete en problemas, siempre habrá algún cincuentón o cincuentona dispuesto a ayudarla. Es que ninguno de ellos olvidará a esa muchacha con trencitas y malla que mientras hacía lo que más odiaba se transformó en la mujer perfecta. /Pronto
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