Crece la deuda con bancos y billeteras: cada cliente debe en promedio $ 5,6 millones, un 75% más que hace un año

Domingo 23 de Noviembre de 2025, 10:44

Un informe del BCRA analizó el endeudamiento con el sistema bancario pero también con fintech, cadenas comerciales, financieras y cooperativas.



La suba de las tasas de interés que experimentó la economía durante la mayor parte del año hizo cada vez más pesada la deuda que los hogares tienen con los bancos, pero también con billeteras virtuales, tarjetas de consumo y prestamistas, entre otros.

Un informe del Banco Central de la República Argentina (BCRA) reveló que, en promedio, cada cliente debe $ 5,6 millones, una cifra que toma en cuenta a quienes contrajeron deudas por ambas vías, es decir tanto con las entidades financieras tradicionales como con el resto de las variables. Esto, además, ocurre con una tasa de interés que como mínimo cuadruplica a la inflación.

De la medición respecto de cuántas personas son deudoras al mismo tiempo en el sistema tradicional y en el circuito "extra bancario", el Banco Central estableció que en julio pasado eran 6,2 millones. En cuanto a los montos adeudados, el BCRA detectó que en esos casos los saldos pendientes ascienden a $ 4,4 millones promedio por cliente bancario, a lo que se le deben sumar otros $ 1,2 millones por deudor para el resto de las entidades no bancarias.

Así se desprende de datos publicados en el informe sobre Prestadores No Financieros de Crédito (PNFC), un reporte semestral que realiza el Banco Central para medir cuántos créditos tienen las personas con entidades por fuera del sistema tradicional bancario. También observan cuántos pagos están atrasados y qué interés afrontan los deudores.

Por fuera de los bancos, existen en la Argentina 542 empresas que dan créditos a personas. Se agrupan en esa lista billeteras virtuales, cadenas de supermercados o electrodomésticos que ofrecen financiamiento para compras, cooperativas de crédito, financieras que otorgan préstamos con cuotas.

Con datos hasta julio, había $ 11 billones prestados por parte de esas entidades, ya sea a través de tarjetas de crédito o de préstamos personales. En el último año el financiamiento que buscó el público por estas vías se multiplicó: creció 144% en términos reales para el caso de los préstamos personales y 53% para los plásticos.

Esos $ 5,6 millones por persona, que corresponden a julio, representan un incremento de 75% en el último año. Un año atrás la deuda promedio por cada cliente era de $ 3,2 millones. El informe de la autoridad monetaria aborda otras dos cuestiones decisivas: qué niveles de atraso de pago existen para esa deuda y qué tasas de interés afrontan los clientes.

Al considerar la deuda con bancos tradicionales y con entidades no bancarias en conjunto, la irregularidad (mora) en el crédito es de 8,6%, "valor que más que duplica la tasa registrada en enero", explicó el Central. Ahora bien, solo al considerar los pasivos entidades no bancarias ese número salta a 15%.

La explicación del BCRA es que los bancos tradicionales tienen mecanismos de cobro más efectivos (por empezar, con débito directo de cajas de ahorro), o que al tener tasas de interés más bajas, el cliente prioriza mantenerse solvente para no perder a futuro ese canal de financiamiento más barato.

Ahora bien, dentro del universo de los prestamistas no bancarios, la situación de atrasos de pago es más crítica. El informe muestra que los préstamos personales hechos por fintech, financistas con cuotas, grandes cadenas comericiales o cooperativas tienen un nivel de demora en el pago de 20%. Y los que son específicos para la compra de electrodomésticos es incluso mayor, de 27%. Las billeteras virtuales, por su lado, registran una tasa de impago de 18%.

Para el Central es considerado monto en mora a partir de los 90 días de transcurrido el vencimiento. Pero otra observación del informe oficial es que hay deuda que todavía no llega a esos tres meses pero que está bajo riesgo.

"El aumento de esta porción de la cartera sugiere un deterioro adicional en la calidad crediticia, independiente del captado por el indicador tradicional de irregularidad, y plantea el riesgo de un posible incremento futuro", planteó el BCRA. El problema que se agrega a ese stock de deuda es la tasa de interés a la que se actualiza.

En julio, mientras el dato de inflación anualizado alcanzaba el 23%, los préstamos personales otorgados por entidades no bancarias tenían una tasa nominal anual de 129%. Y el costo de la tarjeta de crédito de los bancos era de 92%, cuatro veces más que el ritmo de suba de precios general de la economía.

Las deudas por préstamos solicitados a través de billeteras virtuales también incrementan el monto total.
Las deudas por préstamos solicitados a través de billeteras virtuales también incrementan el monto total.

Ese salto en las tasas de interés tuvo lugar en un contexto de fuerte apretón monetario que ejecutó el Gobierno en los meses pre electorales para evitar que haya pesos que presionen al tipo de cambio.

Pasada la instancia electoral, el BCRA comenzó a aflojar de manera gradual las restricciones para los bancos. Esta semana hizo más flexible el requerimiento de encajes, es decir los pesos que las entidades deben mantener inmovilizados. El objetivo es movilizar más dinero y que los bancos vuelvan a dar crédito. /Clarín