Martes 25 de Noviembre de 2025, 05:28
Un estudio elaborado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) reavivó la preocupación por la calidad del agua en distintas regiones del país, al detectar concentraciones de arsénico que, en numerosas muestras, superan los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La investigación, que analizó más de 350 muestras distribuidas en siete provincias, advierte que la situación podría comprometer la salud de más de cuatro millones de argentinos.
Los especialistas explicaron que la presencia del contaminante responde a factores naturales asociados a la formación geológica de la Cordillera de los Andes. Sin embargo, el riesgo aumenta cuando la exposición es sostenida: el consumo prolongado puede derivar en Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE), una enfermedad potencialmente grave que, de no ser tratada, provoca patologías como cáncer de pulmón o laringe, fibrosis pulmonar y tos crónica.
El estudio dividió las zonas analizadas en tres niveles de riesgo. El más crítico —identificado como “rojo”— contempla concentraciones superiores a 50 partes por billón (ppb), umbral a partir del cual se desaconseja utilizar el agua para beber o cocinar. En el nivel amarillo, con valores entre 10 y 50 ppb, se pide extremar precauciones; y en el nivel verde, con menos de 10 ppb, el agua se considera apta para consumo.
Las provincias con mayor cantidad de registros elevados incluyen Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Santiago del Estero, Tucumán y La Pampa.
En territorio bonaerense, el relevamiento detectó niveles superiores al límite en localidades como Tres Arroyos, Balcarce, Junín, Navarro, Cañuelas, Necochea, Mar del Plata, Olavarría, Azul, Tandil, La Plata, San Nicolás, Arrecifes y Zárate, entre otras.
La difusión del informe generó inquietud entre los usuarios, por lo que Aguas y Saneamientos Argentinos (AYSA) salió a aclarar que el agua que distribuye en su área de concesión “no representa riesgo alguno para la salud” y que las concentraciones de arsénico se encuentran dentro de los parámetros regulados.
Desde la empresa destacaron que el sistema de control incluye monitoreos constantes en cada etapa del proceso, desde la captación hasta la llegada a los domicilios. A la vez, remarcaron que no deben consumirse aguas obtenidas de perforaciones particulares, ya que no pasan por controles oficiales.
El informe del ITBA vuelve a poner sobre la mesa una problemática que hace años preocupa a regiones del interior, pero que ahora se expande a nuevos territorios. Tanto especialistas como autoridades coinciden en que será indispensable reforzar los estudios, intensificar la vigilancia sanitaria y garantizar que las poblaciones afectadas tengan acceso a agua segura, en un contexto donde el riesgo podría ser más extendido de lo que se creía.