Martes 25 de Noviembre de 2025, 06:38
La apertura de las sesiones extraordinarias en el Congreso acelera los tiempos de una reforma laboral muy hablada y con pocas certezas. Como en un juego de ajedrez, el gobierno mueve sus piezas, aunque no se sabe a ciencia cierta si le quiere dar jaque mate al sindicalismo autóctono.
En la administración libertaria conviven dos corrientes: el nuevo ministro del Interior, Diego Santilli se encontró con dos de los cotitulares de la Confederación General del Trabajo (CGT), Jorge Sola y Cristián Jerónimo, a quienes les prometió que el Ejecutivo iba a convocar formalmente a la central obrera con la intención de "llegar a un acuerdo que beneficie a todas las partes" y admitió que "todavía el proyecto de reforma laboral no está confirmado", aceptando que hay más versiones que realidades.
El opuesto al ex candidato a diputado es el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, quien vivió como una derrota el fallo judicial contra el DNU 70, en su capítulo laboral. El funcionario es el ideólogo de la limitación de las cuotas solidarias, al que llama "peaje sindical", y para él es un punto innegociable.
Postura dialoguista: la mirada puesta en los gobernadores
Desde la CGT, en tanto, sostienen que "hasta el momento, no tuvimos ningún contacto con el gobierno", al tiempo que siguen enviando señales a la Casa Rosada. "La presencia de Gerardo Martínez (titular del gremio de la construcción, UOCRA) en el Consejo de Mayo marca nuestra intención de dialogar", explicó a iProfesional un referente cegetista.
Consultado sobre la posibilidad de convocar a un paro o movilización, lo descartó de plano, indicando que "hace pocas semanas tuvimos una elección donde el presidente Milei ganó y consolidó su espacio" y subrayó: "Hoy estamos para fijar nuestra posición y defender los derechos adquiridos… el gobierno tiene que entender que con estas propuestas que circulan solo habrá más precariedad laboral y despidos".
En la central obrera estiman que primero se tratará el Presupuesto. En esa línea, ven que en las negociaciones de la administración libertaria con los gobernadores pueden ingresar, como prenda de cambio, la reforma laboral, inclusive con acompañamiento de gobernadores peronistas como el tucumano Osvaldo Jaldo, quien ya afirmó: "No nos podemos oponer a que se actualicen las leyes laborales; hoy tenemos la tecnología, la informática, la inteligencia artificial, la robótica que no está contemplada en la ley".
¿Los Menem intervienen en la negociación con la CGT?
En el inicio de la gestión Milei, algunos de los históricos sindicalistas quedaron fascinados con Santiago Caputo, pero el asesor presidencial perdió influencia sobre el jefe de Estado. El otro puente de plata que tenían era el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, aunque "nunca resolvió algunos de los pedidos", sinceró veterano gremialista.
Hoy esperan que Santilli actúe de nexo y hasta ven con buenos ojos que el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el subsecretario de Gestión Institucional en la Secretaría General de la Presidencia, Eduardo "Lule" Menem, intervengan en las conversaciones para discutir las modificaciones laborales.
"Los Menem son Karina", proyectan sin descubrir absolutamente nada, pero estimando que ven un cambio en la secretaria de la Presidencia quien, desde el fallido acuerdo con el líder gastronómico Luis Barrionuevo en plena campaña presidencial, consideró que los vínculos de Milei con la dirigencia sindical eran "nocivos". La fuente consultada por este medio reiteró: "Por ahora no hubo ningún contacto, pero no descartamos que en los próximos días nos llamen".
Sola: "Si no nos llaman, chocarán con la pared de siempre"
La postura de la CGT quedó clara con los dichos de Sola: "Si no nos llaman, chocarán con la pared de siempre". ¿Eso quiere decir que habrá una medida de fuerza en el corto plazo? Ese es un interrogante que solo se revelará con el correr de los hechos. Según la central obrera, la decisión de desencadenar una escalada de conflictos está en manos del Gobierno.
Como primer paso, el consejo directivo recibió en la sede de Azopardo a los diputados nacionales de extracción gremial Mario Manrique (Mecánicos, SMATA), Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), Sergio Palazzo (Bancarios), Vanesa Siley (Judiciales) y Hugo Antonio Moyano (hijo de Hugo y abogado de varios gremios, entre ellos Camioneros).
Al término del cónclave, Palazzo declaró: "Vinimos a analizar estrategias y proyectos superadores de lo que debe ser una reforma laboral progresiva e inclusiva y no la quita de derechos que pretende el Presidente Milei". Sola remarcó: "Tienen que escuchar a los dos sectores que más entienden del tema, los que invierten y los que ponen el laburo".
En los próximos días acelerarán los encuentros con otros bloques. Ya está prevista una reunión con Miguel Ángel Pichetto, de Encuentro Republicano Federal y solicitarán reuniones con los jefes de otros bloques. En paralelo, los abogados cegetistas están trabajando en un proyecto propio con cambios que ya se están aplicando en empresas y, sobre todo, derechos para los trabajadores de las aplicaciones. La tercera acción encarada pone la proa en la justicia, aunque saben que un proyecto aprobado por el Congreso complicará las cosas. La cuarta -y por ahora última- será acelerar las conversaciones con los gobernadores.
Jerónimo con las bases: una señal para la Casa Rosada
Si hablamos de señales, vale mirar la movida que realizó la semana pasada Jerónimo, quien se presentó en el acampe de ILVA Porcellanato que despidió a unos 300 trabajadores, quienes desde hace más de 80 días están acampando en la fábrica de Pilar. Acompañado por José Minaberrigaray (empleados textiles, SETIA) y Alejandro Gramajo (UTEP), entre otros, afirmó: "Tenemos que estar acá, donde nos necesitan los laburantes" y avisó: "Tenemos que construir una CGT que represente los intereses de los laburantes y eso es pelear contra todos los empresarios inescrupulosos que se aprovechan de estos procesos que van en contra de los derechos de los laburantes para echar a los compañeros sin pagarles su indemnización, sin sostenerlos en su fuente de trabajo".
Planteó: "Debemos construir una representatividad distinta y es acá, en las bases. Queremos que sientan que hay una central sindical que va a estar más presente que nunca y que no los va a dejar hasta que no resolvamos este problema, y tantos, como hay, a lo largo y ancho del país" y resaltó que "también es un mensaje para todos los trabajadores que están en conflicto, queremos que sepan que hay una central de puertas abiertas para luchar por los derechos de todos los trabajadores".
Jerónimo se comunicó con el secretario de Trabajo de la Nación, Julio Cordero, y hubo un aporte de varios sindicatos al fondo de huelga para colaborar con las necesidades inmediatas de las 300 familias perjudicadas. Por otra parte, la CGT llevó adelante gestiones con dirigentes de la Unión Industrial Argentina (UIA) para ver si pueden mediar con los dueños de ILVA.
Si bien por ahora no hay clima de paro nacional, la sucesión de conflictos a raíz de reclamos salariales o cesantías puede ser el caldo de cultivo para que la central obrera gane músculo con las bases, de cara al debate por la reforma laboral en el Congreso. Allí crece otro fantasma para la Casa Rosada: Si no se llega a un consenso con la central obrera es una fija que habrá concentraciones frente al Parlamento durante las sesiones extraordinarias.
/iProfesional