La familia real se ha visto bajo más escrutinio de lo normal en las últimas semanas porque tanto Kate como el rey
Carlos III no pueden cumplir sus tareas públicas habituales por problemas de salud.
Funcionarios de la corona dijeron que Carlos está bajo tratamiento para una forma no especificada de cáncer, descubierto durante una intervención por un agrandamiento de próstata. El monarca ha cancelado todos sus actos públicos durante el tratamiento, aunque se le ha fotografiado caminando a la iglesia y en reuniones privadas con dignatarios y miembros del gobierno.
Kate, de 42 años, fue operada el 16 de enero y no se han revelado su estado de salud ni el motivo de la cirugía, aunque el Palacio de Kensington, el príncipe William y la oficina de Kate han dicho que no está relacionado con el cáncer.
Aunque en un principio el palacio dijo que sólo daría reportes significativos y que la princesa no retomaría su agenda oficial antes de Pascua -que este año es el 31 de marzo-, el mes pasado emitió otro comunicado en medio de rumores y teorías de conspiración, en el que indicó que se encontraba bien y se remitió al comunicado anterior.
“El Palacio de Kensington dejó claros en enero los plazos de la recuperación de la princesa y que sólo transmitiríamos novedades significativas”, señaló el palacio el 29 de febrero. “Esas indicaciones se mantienen”.
/LaNación