"¡Sinvergüenza, pagá todo lo que te comiste!": escrache en redes de casa de comidas de Tafí Viejo a estafadora

Miércoles 08 de Mayo de 2024, 20:35

La publicación de Karen que se volvió viral.



Desde hace seis años, la familia Quinteros se rompe el lomo con su casa de comidas en Villa Obrera, Tafí Viejo. El martes a la noche, el número desde donde recibe los pedidos Deivery Leo (3816216119) sonó: “Primero llama un chico, nos dice qué tenemos que ofrecer de comida y corta. Después llama una chica y pide una promo de napo y otra de hamburguesas”, cuenta Karen.

Cuando salió el pedido, el padre de la joven se subió a su moto de reparto, cruzó las vías de la estación de Tafí Viejo y llegó con el pedido a la zona cercana a Lancaster. “Cuando llega mi papá y toca el timbre en el departamento, sale una chica, recibe las promos y le dice a mi papá: ‘Bancame un segundo, ya te traigo la plata’. Pero eso nunca pasó” .

“Pasaron cinco minutos, mi papá seguía esperando ahí la plata y cuando sale un nene de 10 años, mi papá le pregunta por las chicas: “Han salido corriendo con las cajas de comida, se han ido por el pasillo”".

“Escuché que había un bebé. Nunca imaginé que una madre me hiciera esto”, contó el papá a la familia al volver a casa.

Con indignación, mientras seguían saliendo otros pedidos, Karen escribió en Facebook: “Buenas, hoy lamentablemente nos tocó a nosotros en el delivery de mi mamá”.

Rápidamente, la publicación comenzó a viralizarse en los grupos de Tafí Viejo y en unos minutos le volvió a sonar el teléfono a Karen: “Me llaman y me dicen que vieron mi publicación y que también vieron las historias en Instagram de dos chicas presumiendo las cajas con las napolitanas, las hamburguesas y las gaseosas”.

En el acto, Karen comenzó la búsqueda de las personas involucradas: “No tuve otra opción que escracharlas y llevar la denuncia a la comisaría de Tafí Viejo. Mientras tanto, me fijo en el Face y la chica me ruega que la borre a la publicación donde la mencionaba, que ella no era, que la amiga la había invitado. A lo que yo le respondí: ‘Si vos no fuiste, sos cómplice’”.

“Al llegar a la comisaría nos enteramos que no es la primera vez que hacen esto, que a los remiseros los dejan esperando y se meten por el pasillo, que a muchos deliverys le hacen lo mismo, que hasta les pagan con billetes falsos. ¿Pero qué hacemos con esto? No hacen nada”, se quejó Karen, quien esa noche perdió un pedido de 16 mil pesos. 

¿Cómo continuó la historia?

“Este mediodía me llamó una señora que dice ser la madre de la chica implicada. Me dice que ya no vive con su hija, pero que va a pagar lo que su hija haya consumido. O sea la mitad. La esperábamos hoy a las 3 de la tarde pero no ha aparecido”, explica Karen, recién llegada de hacer las compras para otra noche de pedidos y un aprendizaje.

“Cuando sea un pedido grande, vamos a tener que pedir una seña con transferencia y ahí recién le llevamos. Tendremos que fijarnos mejor a quién le llevamos la comida y tener cuidado cuando nos llaman de números privados. Ojalá que la gente nos ayude a salir adelante y que nos llamen para que le llevemos la comida a la casa. Aquí mi mamá ha quedado enojada con la gente sinvergüenza, pero tenemos que seguir trabajando. No queda otra”, lamentó en diálogo con El Tucumano.






Delivery Leo: 381-6216119, la comida más rica de Tafí Viejo.