"Filmamos a 3 empleados robando y confesaron ante escribano, pero la Justicia nos falló en contra"

Lunes 24 de Noviembre de 2025, 07:36

Un empresario del agro reveló un caso que indignó al sector: empleados confesos de robo ganaron un juicio laboral.



El presidente del grupo agroindustrial Los Lazos lanzó una de las críticas más duras del sector empresario en el año: aseguró que todas las compañías pierden los juicios laborales, incluso en casos donde —según su relato— existe prueba directa del delito.

El empresario, según consignó Mariano Galíndez en Rosario 3, habló ante 400 asistentes en el congreso de Agroeducación, en la Bolsa de Comercio de Rosario, y puso el foco en dos problemas que, a su juicio, amenazan la competitividad del agro y la industria: la "industria del juicio" y la informalidad fiscal.

"Nos dio ganas de cerrar la empresa": el caso que indignó a Boglione

En el panel sobre agregado de valor en el agro, el titular de Los Lazos relató un episodio que desató debate inmediato entre los empresarios presentes:"Hoy todas las empresas pierden todos los juicios laborales habidos y por haber. Yo le voy a poner un ejemplo: Nosotros agarramos tres empleados robando, los filmamos, y confesaron ante escribano público, pero terminamos pagando porque la Justicia nos falló en contra. En primera instancia lo ganamos, pero en segunda instancia lo perdimos. A mí me dio ganas de cerrar toda la empresa. Nosotros tenemos 800 empleados, pero me dio ganas de irme. Así que si no cambia el tema laboral, va a ser imposible trabajar en la Argentina", dijo.

El impacto del fallo —según relató— fue tal que llegó a plantearse abandonar la actividad.

Boglione insistió en que la Justicia laboral necesita un cambio profundo: "Tiene que haber un cambio desde la Justicia. Si el gobierno no toca a fondo ese tema, no sé si va a haber mucho futuro. Es cierto que es una patriada muy grande, porque van a tener todos los sindicatos y todo en contra".

La otra traba: 45% de informalidad en la industria láctea

Además del frente judicial, Boglione apuntó a la competencia desleal dentro del negocio lácteo. Su grupo integra tambo y usina, y enfrenta un nivel de informalidad que —según describió— distorsiona toda la cadena: "El peor competidor que tenemos nosotros es la informalidad. En la lechería se habla de un 45% de informalidad. Entonces, cuando el gobierno promete bajar impuestos, yo quiero que los bajen, pero primero que les cobren a todos. Ampliemos la cantidad de gente que paga y automáticamente los impuestos van a bajar. Porque vamos a pagar entre todos. Si siempre van a cazar al zoológico, no hay salida".

El empresario recordó inspecciones integrales de AFIP tras críticas públicas de su padre, y contrastó ese nivel de control con la falta de fiscalización a quienes operan fuera del sistema: "Una vez, cuando mi papá era presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario criticó al ministro de Economía, Roberto Lavagna, y nos cayó una inspección integral de Afip. Hace 2 o 3 años nos cayó otra integral, pero en paralelo hay 45% de informalidad que sigue operando como si nada".

Inversiones y transición energética: Los Lazos mira un parque eólico propio

Más allá del diagnóstico crítico, Boglione también habló de inversiones.

El grupo analiza construir un parque eólico de 30 a 32 molinos en Balcarce, para garantizar energía propia, reducir costos y responder a las exigencias ambientales de clientes globales como Roemmers y Danone.


"Es para generación propia pensando no solo en mejorar costos y garantizar abastecimiento, sino también en nuestros clientes, como Roemmers y Danone, que avizoran más exigencias en disminución de huella de carbono".
En La Sibila, su planta láctea, la empresa elabora leches en polvo y produce a fazón fórmulas infantiles para marcas líderes del mercado.

"Hoy no pagan un plus por las inversiones verdes, pero es fundamental agregar valor y, como proveedores, para estar preparados para las nuevas exigencias ambientales, tanto en el mercado externo como en el interno".

El mensaje de Boglione fue claro: sin una reforma laboral a fondo y sin un combate real contra la informalidad, será difícil sostener inversiones y crecimiento en el sector. Y su ejemplo —tres empleados filmados robando, confesión ante escribano y un fallo judicial en contra— sintetiza la frustración que quiso transmitir.  /El Economista