En este fenómeno, las madres buscan espacios en los que comparten e intercambian consejos e información con otras madres que se vinculan a través de grupos o foros. El apoyo emocional y la contención que estas madres encuentran en las distintas cuentas de redes sociales como Instagram y Facebook, es una posible forma de desarrollar el crecimiento de sus hijos. Esta nueva forma de comunicación y aprendizaje colectivo no sólo está creciendo en nuestro país. Y si bien en su mayoría son mujeres, también hay padres varones que se suman a esta experiencia.
De forma presencial o virtual, los distintos espacios se multiplican y las experiencias que se comparten revelan datos en los que muchos se identifican y encuentran la contención que necesitan.En esta búsqueda de afrontar la maternidad en mejores condiciones para convivir con una realidad que no a todas ubica en un lugar de aceptación, de comodidad o de íntegra satisfacción. promueve el reinventar la antigua tribu en una faceta moderna para hacerle frente a una ausencia de un soporte social, familiar o institucional. Así es cómo en Instagram, por ejemplo, se multiplican los perfiles de mujeres/madres comunes que se convierten en estrellas de la red a partir de subir sus experiencias, instar al resto a compartir sus experiencias y, hasta a educar sobre nuevas formas de crianza. El fenómeno es tal que, excede las redes y se convierte en talleres que circulan por todo el país, arengando a seguidoras y marcas, que ven en estos encuentros la posibilidad de acercar sus productos a posibles nuevas clientas.